lunes, 21 de diciembre de 2015

Edipo Rey: La tragedia de la plurisemanticidad


Debiese existir una advertencia antes de leer la tragedia de Sófocles Edipo Rey. Una exhortación de cuidado respecto de la interpretación que extraiga aquel que se enfrente a esta obra, puesto que es una travesía laberíntica, la cual en su integridad no puede sino ser un reflejo de la complejidad de aquello que, a primera vista y en su simpleza, pareciese ser una obra que nos preña de un único sentido al finalizarla. El lector de Edipo Rey, no debe esperar nada al momento de tomar la obra en sus manos, solo debiese atender la experiencia múltiple de significaciones que ofrece, tener el coraje suficiente para zambullirse en un océano de sentidos cargado de unidad pero, que no es posible de atrapar en ninguna explicación que pretenda abarcar en su totalidad aquel enigmático tejido, el de la condición humana.

Sófocles es un hombre de su tiempo y como tal, refleja en su obra un profundo espíritu de culminación de la sociedad ateniense y, en su caso particular, la de su generación, aquella en la cual "lo humano se coloca en el centro de la existencia"[1]. Sin embargo ¿ Cómo comprender la plurisemanticidad de Edipo Rey y su sentido,  eminentemente trágico, en una sociedad autoconsciente y modélica respecto de sus conquistas sociales y espirituales ? Precisamente, esta obra refleja de por sí la madurez del espíritu ático, puesto que en el arte sofocleo "se manifiesta por primera vez la conciencia despierta de la educación humana".[2] Pero esto no responde de por sí la pregunta y, en cierto sentido, quizás es una limitación ceñirnos a la idea de que la obra Edipo Rey es un expreso modelo de perfección por excelencia del género trágico tal como refirió Aristóteles. Ruth Scodel señala al respecto:

"La influencia permanente de la Poética de Aristóteles contribuye a este problema: Aristóteles ha sido probablemente el máximo crítico literario de toda la historia pero, incluso hoy, muchos lectores lo consultan no como un teórico  y un intérprete de la tragedia de la Antigüedad y que, como tal, es producto de su tiempo, con sus propios prejuicios, sino como una autoridad atemporal".[3]


Por tanto, insisto en la pregunta antes señalada ¿ Qué es lo trágico en Edipo Rey y en la obra de Sófocles en general ?  En esto, coincido plenamente con Jaeger cuando señala que "lo trágico en él es la imposibilidad de evitar el dolor. Tal es la faz consciente inevitable del destino desde el punto de vista humano".[4] Así, los límites de la libertad, la confrontación entre lo real y lo aparente, la relación entre hombres y dioses, la figura de Edipo, la ambigüedad de su discurso, la búsqueda de la verdad, la incertidumbre de nuestra existencia y todo aquel punto de atención al que se han entregado distintos investigadores encuentran un lugar en la obra de Sófocles y, sobretodo, en Edipo Rey, puesto que:

" lo que la tragedia <<enseña>> y afirma es en verdad la lección del dios Dioniso: que la esfera de la razón, de la prudencia, de la justicia y las leyes humanas es terriblemente limitada; el personaje trágico es aniquilado por fuerzas que lo trascienden, fuerzas cuya comprensión cabal no está a su alcance, ni mucho menos pueden ser vencidas por la prudencia racional"[5]


¿ Cómo se explica tan punzante enseñanza al pueblo ateniense en un contexto de alta realización social ? Allí radica, precisamente el valor de los caracteres de Sófocles, pues en aquellas figuras ideales y para nosotros imperecederas, el hombre trágico desenvuelve la realización y aspiración a la justa medida, la prudencia, el reconocimiento consciente fundamental de que el despliegue de la libertad requiere del autoconocimiento y aceptación de su finitud existencial, es en la aniquilación de la felicidad terrena donde se conquista la real conciencia de un orden y equilibrio superiores a sí mismo, es allí donde la esencia de lo humano se revela. Es por eso que en los personajes de Sófocles se aprecia el tránsito de la buena fortuna y de la búsqueda de la verdad hacia el error y la fatalidad, de la seguridad a la inseguridad, Edipo en este sentido, es por excelencia el ejemplo de la fragilidad humana, allí donde los valores se salvan, aquel que decidió investigar la verdad en honor a responder el enigma de la muerte de Layo y salvar la ciudad de la peste que lo azotaba, terminó siendo él mismo el responsable de todos los males. Así, lo que tuvo un funesto final para Edipo, puede ser aplicado a la sociedad en general, todo aquello que emerge del ser humano puede llegar a su fin.

En el seminario de Tragedia griega en que tuve el honor de tener como profesor al gran académico César García Álvarez, él comentó que Edipo Rey responde plenamente a la idea de "Ex pluribum unum", y que al leer esta obra sin duda adquiere sentido debido a su polifonía, a las múltiples significaciones que ésta obra  posee y las distintas interpretaciones que se le han dado. Si esta tragedia refiere en un íntimo sentido a la condición humana ¿ Cómo no esperar que sobre ella se ciñan múltiples interpretaciones ? ¿ No es el propio ser humano sujeto/objeto de los más variados análisis por parte de distintos enfoques de las Ciencias Humanas ? La diferencia radica, en este sentido, en que para el caso de Edipo Rey, todas las interpretaciones forman parte de la unidad que ofrece la obra, mientras que en el caso de las ciencias humanas, la inquietud por explicar al ser humano en su esencia muchas veces rechaza el trabajo de conjunto y la aspiración a esa unidad, algo hoy ha sido dejado de lado por responder a su propio campo y principios, a veces, con mucho celo.

Allí radica la riqueza de Edipo Rey y la plétora de interpretaciones que sobre ella se suscitan, puesto que  "las obras clásicas muestran un amplio espectro de significaciones ofrecidas por el símbolo en que se expresan, significaciones que no son excluyentes, sino complementarias"[6]. Todo aquel que se enfrenta a esta obra podrá ver algo distinto, a pesar de la intención y magistral unidad que presenta. Cuando alguien quiere saber a qué temperatura se encuentra una piscina, tiene la opción de introducir un dedo o un brazo y, luego de aquello, recién sacar sus propias conclusiones, quizás el calor es menos superficial de lo que parece y hay que sumergir aún más el brazo. La monumentalidad de Edipo radica en una profunda simpleza que se disuelve en la más variada complejidad que no le hace perder sentido, sino enriquecerse de él.  




[1] Jaeger, W. Paideia: los ideales de la cultura griega. Fondo de Cultura Económica. 1962. P. 253.
[2] Jaeger, W. Paideia: los ideales de la cultura griega. Fondo de Cultura Económica. 1962. P. 252.
[3] Scodel. R. La Tragedia Griega. Una introducción. Fondo de Cultura Económica. 2014. P.23.
[4] Jaeger, W. Paideia: los ideales de la cultura griega. Fondo de Cultura Económica. 1962. P. 258.
[5] Bergua. J. Estudio Introductorio de las Tragedias de Sófocles. Editorial Gredos.2000. P.20.
[6] García, C. La literatura clásica griega: Historia, textos, comentarios. Editorial Universitaria. 2004. P. 89.

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